En esta moderna casa de campo en Paros, Grecia, se exhibe la elegancia mediterránea con un enfoque sostenible. La arquitectura orgánica se mezcla con tonos blancos, enmarcados por ventanas de madera. La piscina tipo infinito se fusiona perfectamente con el horizonte azul. Internamente, adopta un minimalismo natural, armonizando el arte y la arquitectura griegos con un toque contemporáneo.

La calidez de la madera marrón y el tono blanco del yeso crean una atmósfera serena, encarnando un refugio moderno que combina diseño atemporal con elementos respetuosos con el medio ambiente.