La propuesta arquitectónica para esta residencia en Creta se inspira en el paisaje local, la piedra cretense y las líneas limpias y terrosas. El estudio se centra en crear un espacio contemporáneo y funcional, con una sutil sensación de lujo y una conexión fuerte con el entorno natural.
La vivienda ocupa 170 m² y emplea materiales clave como piedra de Creta, madera y cemento pulido, combinados con tonos tierra y geometrías limpias que refuerzan la armonía y la simplicidad.
El diseño del espacio exterior incluye una piscina privada con una zona de lounge exterior, creando un espacio organizado para la vida al aire libre.
Un elemento distintivo de la propuesta es el sótano con una ventana que da al interior de la piscina, integrando visualmente el agua dentro del interior de la casa.